por JuanDeLezo » 10 Dic 2016, 10:48
En el nombre de Alá, el Compasivo con toda la creación, el Misericordioso con los creyentes, el Rey, el Santísimo, la Paz, el Dispensador de seguridad, el Custodio, el Todopoderoso, el Dominador, el Soberbio, el Creador, el Iniciador, el Formador, el Perdonador, el Victorioso, el Dadivoso, el Proveedor, el que abre los corazones a la fe y el conocimiento, el Omnisciente, el Restrictivo, el Pródigo, el que da humildad, el Enaltecedor, el que otorga honores, el Humillador, el Omnioyente, el Omnividente, el Juez, el Justo, el Sutil, el Bien Informado, el Indulgente, el Grandioso, el Absolvedor, el Recompensador, el Sublime, el Grande, el Preservador, el Preponderante, el que tiene en cuenta todas las cosas, el Sublime, el Generoso, el Vigilante, el que responde las súplicas, el Vasto, el Sabio, el Afectuoso, el Majestuoso, el Resurrector, el Testigo, la Verdad, el Amparador, el Fuerte, el Firme, el Protector, el Loable, el Calculador, el Originador, el Restaurador, el que da la vida, el que quita la vida, el Siempre Vivo, el Autónomo, el Constante, el Ilustre, el Único, el Absoluto, el Determinador, el que dispone todos los asuntos, el Auspiciador, el que pospone, el Primero, el Último, el Manifiesto, el Oculto, el Amo, el Sublime, el Bondadoso, el que se vuelve hacia quien lo busca, el Vengador, el que perdona los pecados del que se arrepiente, el Clemente, el Soberano Supremo, el poseedor de la majestuosidad y la generosidad, el Equitativo, el Reunidor, el Opulento, el Suficiente, el que priva, el Creador de lo que hace daño, el Creador de lo bueno, la luz, el Creador de la guía, el Iniciador, el Eterno, el Heredero, el Maestro Infalible y el Paciente:
Érase una vez un camellero que pegó un "pichazo" y se casó con una mujer rica mucho mayor que él. Esto le permitió no dar golpe y dedicarse a la vida contemplativa y a la reflexión. Su mujer murió de puro asco al estar continuamente soportando las estúpidas ideas religiosas de su marido, lo cual dejó bastante triste al heredero. Pero le presentaron a una niñita de seis años y se le quitó todo el dolor de su duelo poniéndose a babear cual pederasta en una guardería. Una vez que volvía a tener el problema sexual resuelto volvió sus ojos hacia los judíos y les presentó su nueva manera de entender el Pentateuco y la Biblia en general. El Sanedrín lo escuchó atentamente y aun hoy en día es famosa la fecha en donde, rompiendo todo protocolo solemne de seriedad, los judíos se partieron el culo de risa. Nuestro ex viudo, pederasta, analfabeto, epiléptico y despechado amigo decidió volver sus ojos hacia la Meca a ver si allí le hacían más caso pero, esta vez, se aseguró de convencerlos por el poder del amor y de unos cuantos miles de bandidos armados compañeros de sus tropelías asaltando caravanas. ¡Y los convenció!
Visto que su oratoria y don de gentes obtenía mejores resultaos si iba acompañada de las espadas de sus salidos asaltacaravanas, decidió proclamar a los cuatro vientos la nueva palabra de dios bien entendido vía un arcángel gracias a la comunicación epiléptica. Era tal el amor de nuestro amigo por las niñas que su dios le concedió el no concebir niños y morir sin un heredero pero con varias herederas. A partir de ahí la historia de los descendientes de Ismael está llena de matanzas, guerras, violaciones, saqueos y demás cosillas que caracterizan al amor islámico.
Pero dejemos que el autor nos cuente más técnicamente lo que pasó…
La gratitud en silencio no sirve a nadie. A ver si participamos más.