Breve historia de España I. Las raíces Íñigo Fernández, Luis E. |
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Saga: Civilizaciones - 10 Título: Breve historia de España I. Las raíces Autor: Íñigo Fernández, Luis E. ISBN: 9788497639187 Año de publicación: 2010 Primera edición: 2010 Colección: Breve historia Recomendado por: JdL Calificación: 8,66 Popularidad: 3 votos |
La narración de la forja de España desde los primeros habitantes prehistóricos a Carlos II y la decadencia de los Austrias, pasando por la formación del Imperio español y su aventura americana. La península ibérica fue poblada por vez primera por hombres procedentes de tierras africanas. Este título de la colección Breve Historia nos descubre cómo convivieron en la península neandertales y homo sapiens. Estos últimos, nuestra especie, mejor dotados para la cooperación, son los que han quedado. Durante milenios, nuestros antepasados vagaron siguiendo a las manadas que les daban alimento, algunos nos dejaron testimonio de su existencia en cuevas como Altamira, cuyas paredes decoraron con pinturas de una gran belleza. Después de esta larga etapa, llegaron los pueblos que moldearon una primera y difusa personalidad común de los habitantes peninsulares. Celtas, fenicios, griegos y cartagineses los prepararon así, sin quererlo, para la más decisiva de todas las influencias: la romana. Roma regaló a la España futura los rasgos esenciales de su personalidad: la lengua, la integración territorial, el derecho y, pasados los años, el cristianismo. Esos rasgos arraigaron de tal modo que los visigodos asumieron posteriormente su lengua, su religión y su cultura, dando forma a una primera encamación histórica de España. Sus reyes, extranjeros, dejaron pronto de serlo y se llamaron a sí mismos reyes de Hispania. Nos acercaremos por supuesto a la invasión musulmana. Durante ocho siglos, dividida en múltiples reinos y condados, la idea de España pervivió en las élites aragonesas, catalanas, navarras, leonesas y castellanas, y cuando el contexto histórico, la habilidad y el tesón de unos monarcas más preparados lo permitieron, los reinos cristianos arrebataron a los musulmanes un territorio que tratarán de cohesionar, aun a costa de expulsar a judíos y musulmanes. Tras la caída del Reino nazarí de Granada, las miras se pusieron en América y, a la vez que España descubría y poblaba todo un continente, se deshacía en interminables luchas europeas de las que salió exhausta y en peores condiciones que sus vecinos para iniciar su forja como nación. |