JuanDeLezo escribió:Kiliky.
Si te sorprendo yo cometiendo un acto de piratería te cuelgo por los pulgares de la mayor. Después, una vez conducido a Cartagena de Indias, te cuelgo por el pescuezo de la muralla más grande del fuerte San Felipe. Dicho queda.
Y ahora la sinopsis esperpéntica del libro. A ver si me enterao:
Resulta que un capitán de unos hombres que cazaban bichos cuya carne era ahumada (lo que los indígenas llamaban “bucan”; de “ahí bucanero”), se hacen a la mar como piratas y secuestran a un tío que les hacer creer ser sobrino del gobernador de Jamaica; un perro inglés llamado Thomas Lynch. Y el capitán ahúma-carnes se lo entrega al enemigo del supuesto tío. Pero se ríen de él y alguien se quiere vengar robando una mina española. Cosa que enfada mucho a los españoles… ¡Qué lío!
Me lo expliquen, por favor.
¡Ah! Y gracias por el libro.
A ver Juan... todo se resume en que los Españoles eran malos malísimos que masacraron a los indígenas (unos pacíficos angelitos éstos por cierto), robaron todo el oro que pudieron y extendieron la malvada religión católica allá donde pisaron.
Por el contrario los ingleses no se cansaron de llevar al nuevo mundo barcos y barcos cargados de medicinas para curar a los pobres salvajes y galeones llenos a rebosar de oro que la siempre bondadosa corona inglesa cedía a los salvajes para resarcirles de las pérdidas que les ocasionaban los malvados españoles.
Por cierto que esto mismo puede decirse de los Holandeses, franceses... De los portugueses ya no tanto. Éstos ya eran más hispanos...
Vamos, que sigo sin explicarme como en el sur americano hay centenares de millones de indivíduos con sangre mestiza indígena mientras que en el norte apenas quedan unos pocos millares. Los cuales, eso sí, son multimillonarios gracias a la ley del juego que les permite la explotación de casinos en muchos estados.
En fin... no creo haberte aclarado nada de nada ni haberte descubierto nada nuevo bajo el sol amigo Juan, pero vamos... que la mina es española y los piratas ingleses la robarán para devolvérsela a los indios. Ya sabes lo honestos que eran... y son.